es que actúen de estímulo y ayuden a los participantes a reflexionar sobre cómo potenciar y mejorar su Kenpo y que les ayude a entender, más allá de un tatami, que hay que vivir con más alegría, ilusión, optimismo y si lo hacemos a través de algo que nos apasiona, es más fácil llevarlo a las cosas comunes del día a día:

 

 

1. Transmitir a los participantes ideas, métodos y conceptos, que le sean aplicables, prácticos y útiles, para que puedan mejorar y potenciar su kenpo.

 

2. Facilitar la información para que las personas que hagan kenpo sean también mejores profesionales.

 

3. Movilizar las mejores actitudes, intenciones y disposiciones de las personas que practican este arte marcial para que, aprendan a equilibrar su vida personal-profesional, aprendan a disfrutar de su kenpo, generen un adecuado clima de entreno y  mejoren su relación y colaboración con los demás.

 

4. Potenciar la implicación y la motivación personal de los asistentes, para que además de “saber hacer” las cosas, también “quieran hacerlas” poniendo sus mejores esfuerzos en ello y despertar sus inquietudes por hacer kenpo con mayor alegría, proactividad, iniciativa, ambición, responsabilidad y entusiasmo.

 

5. Las sesiones deberían ser un revulsivo, una acción estimulante y motivadora que permita impulsar los mejores esfuerzos de cada persona en la práctica de kenpo y en…

 

6. Concienciar a las personas que el kenpo es fantástico, enriquecedor, y que es un arte marcial del que uno debe sentirse orgulloso.

 

7. La práctica de kenpo es una actividad de relaciones humanas, por eso la actitud personal es tan importante como el conocimiento de las formas, básicos, técnicas y combate.

 

8. Sensibilizar de que el kenpo no es un arte marcial de “labia”, sino que requiere preparación y metodología.

 

El objetivo de mis clases